Lluc Riera inaugura la Semana Santa con un pregón ´lleno de amor´
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La intervención del Vicario General de la Diócesis se produjo tras la procesión de los Estandartes y antes del concierto en recuerdo de Antoni Martorell
G. RODAS. PALMA. Con la lectura del pregón a cargo del vicario general de la Diócesis de Mallorca, mossèn Lluc Riera Coll, ayer quedó inaugurada oficialmente la Semana Santa mallorquina. El solemne acto, presidido por el obispo Jesús Murgui, se desarrolló en la basílica de Sant Francesc, una vez finalizada la procesión de los Estandartes en la que participaron todas las cofradías palmesanas y en la que la agrupación de penitentes de Nuestro Señor Padre del Jesús del Buen Perdón y Nuestra Señora de las Angustias portó lazos blancos en apoyo a la campaña promovida por la Iglesia en contra de la futura ley del aborto.
La basílica de Sant Francesc se llenó de fieles para escuchar la intervención del pregonero, Lluc Riera, quien con voz "clara y humilde" recordó que la Cruz es sinónimo de "mensaje pacífico y conciliador, lleno de amor", al tiempo que pidió a los presentes que vivan la Semana Santa "desde el interior".
El pregón de Lluc Riera, quien recordó su "despertar cristiano" siendo un niño, cuando acudía "siempre con prisas" de la mano de sus padres a venerar el Sant Crist de la Sang, fue escuchado con sumo interés por Murgui y por el resto de autoridades presentes, entre ellas la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, la alcaldesa de Palma Aina Calvo y su antecesora en el cargo Catalina Cirer, las tres sentadas en el mismo banco.
Una hora antes y desafiando el mal tiempo, que amenazó con suspender el desfile, la Procesión de los Estandartes arrancó en la iglesia de Sant Miquel. De tres en tres y agrupados por cofradías, los fieles recorrieron las calles que van de Sant Miquel a Sant Francesc. Encabezaba la marcha la agrupación musical Madre del Dolor Sereno, que interpretó la pieza Señor de San Román. El lazo, blanco, de la cofradía Jesús del Buen Perdón no fue el único que pudo verse. Los Penitentes del Cristo de Santa Cruz portaron otro, aunque de color negro, en señal de luto por la muerte de la madre del cofrade que llevaba el estandarte.
Tras la lectura del pregón, música, la que interpretó el Orfeó Universitat de les Illes Balears. Especialmente emotiva resultó la obra Lo que diu una cançó, compuesta por el fallecido Antoni Martorell, con letra de Miquel Costa i Llobera.
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