Cofradías Semana Santa de Palma de Mallorca
domingo, 24 de abril de 2011
Artículo "Ultima Hora" 24 Abril 2011
C. Agustín Palma de Mallorca 23/04/2011
La polémica Semana Santa de este 2011 ha salido adelante con bastante dificultad después de la dimisión en pleno de la junta rectora tras la protesta de 18 de las 32 cofradías de Palma, y que evidenció la división interna de la asociación.
«Mallorca no es Sevilla» o «Estos son como el ‘perro del hortelano': ni comen ni dejan comer», son algunos de los ‘off the record', que este año se han evidenciado.
El enfrentamiento entre las asociaciones que llevan pasos a costal, como la cofradía de La Agonía, y las más tradicionales, como la Cruz de Calatrava (la más antigua de Palma), dio la nota disonante en la procesión del Viernes Santo, la del Santo Entierro.
Las descalificaciones del presidente de la cofradía organizadora del Santo Entierro, Cruz de Calatrava, Pep Serra, hacia el presidente de La Agonía, Ricardo Pomar, terminó con el abandono de los primeros.
«Poneros a un lado y dejar pasar a los demás, sinvergüenzas», increpó Pep Serra a Ricardo Pomar, como él mismo relató tras acusarles de retrasar la marcha 48 minutos. Pero «fueron ellos quienes no respetaron las siete paradas pactadas», se defendió Pomar que dio la orden de regresar a la parroquia de Pio X.
Organización
Por su parte, Pep Serra matizó: «Hubo un enfrentamiento dialéctico, pero fue a causa de los nervios. El problema es que no tienen costaleros suficientes y producen cortes importantes», alegó.
El presidente de la junta gestora provisional, Rafael Pericás, que no terminará su mandato ya que el próximo 29 junio (dos años antes de lo previsto), están convocadas nuevas elecciones, no valoró «todavía» los incidentes: «Vamos a esperar a tener más información», dijo.
viernes, 22 de abril de 2011
Artículo "Diario Mallorca" 22 Abril 2011
Un costalero de la Esperanza, muy grave tras una parada respiratoria
José Pla, de 63 años, quedó inconsciente a la altura de la calle Oms mientras llevaba el paso de la Virgen hasta el inicio del recorrido de la procesión del Jueves Sant
RAQUEL GALÁN.PALMA Un costalero de la cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza sufrió una parada respiratoria en la procesión del Jueves Santo. Al cierre de esta edición, su estado era "muy grave, aunque estable", y se encontraba ingresado en el hospital de Son Espases. Sobre las seis y media de la tarde del jueves, mientras los costaleros trasladaban el paso de la Virgen al inicio del recorrido, José Pla se quedó inconsciente a la altura de la calle Oms.
En un primer momento sus compañeros pensaron que había sido una parada cardiaca y uno de los costaleros, Damián García, le hizo el boca a boca y le dio un masaje cardiaco debido a que tiene conocimientos de primeros auxilios. Logró reanimarle antes de que llegase la ambulancia, aunque tuvo que ser ingresado enseguida.
La primera reacción al ver el desvanecimiento de Pla, de 63 años, fue descender el paso para ayudarle, pero lo levantaron de nuevo de inmediato para evitar que la barra delantera golpease el cuerpo del costalero, que había caído al suelo fulminado.
Tanto sus compañeros como el presidente de la cofradía, Tomás Darder, estaban muy afectados y, como el suceso se produjo media hora antes del comienzo de la procesión, plantearon la idea de no sacar la Virgen. "Sin embargo, los costaleros se opusieron, por lo que hemos decidido sacar el paso en su honor", según destacó el portavoz. Los casi tres relevos de 28 personas cada uno llevaban un peso total de 1.400 kilos, es decir, 50 kilos por costalero, y realizaron seis sustituciones en los lugares que establece la asociación de Cofradías de Palma.
Retrasos
Los primeros momentos "han sido difíciles y ha habido muchos nervios", explicó. Este hecho y el desmayo de una cofrade de otra hermandad tras bajar la Costa de la Sang provocaron retrasos en la procesión, cuya cabecera llegó a la Catedral a las nueve y media de la noche. A esas horas todavía no había salido el Crist de la Sang de la iglesia que da nombre a la procesión más importante de la Semana Santa de Ciutat.
Los primeros en llegar a la Seu fueron los nazarenos de Nuestra Señora de la Esperanza. El paso fue desviado a la iglesia de Sant Francesc, a la que pertenece, en lugar de finalizar el recorrido en la plaza del Mirador, debido a que empezó a llover ligeramente y, como la imagen es antigua, no querían arriesgarse a quedar "atrapados en el cul de sac" de la plaza mientras se mojaba el paso de la Virgen, como argumentó el presidente de la cofradía.
Al salir de la Catedral tras ser recibidos por el Obispo, Jesús Murgui, algunos cofrades de otras hermandades dieron ánimos a Tomás Darder por lo sucedido al costalero José Pla.
En cuanto al Crist de la Sang, durante toda la noche sobrevoló la duda de si sacarlo en procesión, debido a que caía chirimiri de forma intermitente. Al final, como la lluvia no fue a más, a las doce menos diez salió el paso con la venerada imagen, acompañada por la cofradía de la Calatrava, la más antigua de la capital, datada en 1902.
Este año, como es tradición, el orden de las hermandades fue desde la más reciente hasta la más antigua, a excepción de Nuestra Señora de la Esperanza, que presidía la comitiva.
Sin embargo, durante el último mes han surgido voces entre las cofradías que discrepan de esta ubicación e instan a que el orden de los pasos se base en la Pasión de Cristo porque es más "lógico", según argumentan.
La procesión del Jueves Santo dejó a un lado las desavenencias para apoyar moralmente a los costaleros y cofrades compañeros de José Pla.
Artículo "El Mundo. Baleares" 22 Abril 2011
Un costalero en estado grave tras sufrir un infarto en Palma en plena procesión
El Cristo de la Sang, tapado para resguardarlo de la lluvia. | A. Vera
Además del contratiempo que supuso el dramático incidente del costalero, hasta el mismo instante del toque de cornetas que avisa del inicio de la procesión, nadie sabía si este año el Santo Cristo de la Sangre saldría a la calle. Lo cierto es que todas las cofradías estaban preparadas con sus pasos, estandartes, artísticas farolas y bandas de música, pero también con todos los penitentes con los bolsillos repletos de confites que no bajaban la mirada del cielo, aunque al final la amenaza de lluvia respetó el inicio de la procesión del Jueves Santo, que como todos los años discurrió por las céntricas calles de Palma con una gran concurrencia de público.
Cuando los redobles dels Tamborers de la Sala anunciaron el inicio de la procesión, tan solo unos minutos después ya se divisaban bajando la Costa de la Sang, la Policía Montada y tras ellos una nutrida representación de penitentes libres. La hermandad de la Santa Caridad y Beat Junípero Serra era la primera cofradía de las 32 que componen la procesión, seguía el orden procesional Nuestra Señora de la Esperanza cuyo paso se contoneaba de lado a lado con majestuosidad al compás de la marcha que interpretaba la agrupación musical de la cofradía. La Virgen portada bajo peana y palio por 28 costaleros es uno de los pasos más bellos y esperados de la procesión.
Tras la Esperanza iba la cofradía de Santa Mónica con la talla de Jesús del Amparo y la hermandad de Nuestra Señora del Socorro con el paso del mismo nombre. El orden procesional seguía bajo el amparo de Nuestra Señora de la Merced, con sus dos pasos desfiló la hermandad de la Sagrada Cena y Nuestra Señora de la Salud.
Nuestra Señora del Remedio desfiló con el paso dedicado a la Oración en el Huerto y la Asunción con el Beso de Judas, seguida por los cofrades encadenados de San Jerónimo y la cofradía de Santa Cruz con los pasos Jesús en la Columna y Verge Dolorosa. San Miguel, los Cartujos y la cofradía de Juventud Oratoriana con el paso Coronado de Espinas siguieron el orden procesional, tras ellos Jesús Nazareno con la imagen de Jesús Cautivo y la marinera cofradía del Santo Cristo de los Navegantes de Santa Catalina, que participaron con los pasos Ecce Homo y Verge Doloros.
Jesús del Gran Poder seguía el orden con sus pasos del Jesús del Gran Poder y el de Nuestra Santísima de la Concepción; tras esta la hermandad de Nuestra Señora del Carmen con el paso que escenifica la Primera Caída de Jesús; Juventud Seráfica con la representación Camino del Calvario y la cofradía de Juventud Antoniana con el paso de la Segunda Caída. Volvió a destacar la hermandad de Simón Cirineo que con su vistoso escuadrón de legionarios romanos y un cofrade representando a Jesucristo portando una pesada cruz impregnan de un sobrecogedor misticismo a la procesión.
La Verónica de la cofradía de Santa Faz y la cofradía de Cruzada del Amor Divino con el la escenificación de El Expolio siguieron el orden procesional, tras estas llegaba el Santo Cristo de la Agonía con los pasos Redentor Mundi y Elevación de Cristo en la Cruz. Con sus largas capas negras les llegó el turno a la Cofradía del Silencio y a la Cofradía de Santiago con los Pasos del Cristo de las Siete Palabras y Nuestra Señora del Amargura. También dos pasos lució la cofradía de las Cinco Llagas denominados La Lanzada y Jesús Abandonado; la Salle con el paso de la Madre del Dolor Sereno y la cofradía de Santo Tomás de Aquino con la representación de La Piedad.
Nuestra Señora de la Soledad causó admiración entre el público por la vivacidad de la talla y por el número de sus cofrades, lo mismo que la Virgen Dolorosa de la Real Cofradía del mismo nombre y cerró el desfile de las cofradías la Antiquísima Cofradía del Cruz de la Calatrava con el paso del Cristo de la Buena Muerte. Acompañaban el final del cortejo el Joch de Ministrils del Consell de Mallorca que precedían a los Sobreposats y Prohomonía que custodiaban unos y portaban los otros a Sant Crist de la Sang que lucía una imagen bella, esplendorosa y reluciente que causó admiración y venerabilidad entre los más de cien mil personas que asistieron a presenciar la procesión, cerrando el desfile la Banda de Música del Ajuntament de Palma y tras ellos numerosos feligreses unos con flores, otros con cirios y algunos encadenados acompañaron a la Santa Imagen hasta la llegada a la Catedral.
La Sang entró por el portal mayor del templo ya de madrugada donde era esperada por el obispo Jesús Murgui acompañado del cabildo catedralicio que veneraron a la Santa Imagen con unas plegarias antes de que fuera devuelta sin procesión hasta la iglesia de la Anunciación acompañada con sumo respeto por fieles que habían seguido todo el desfile tras el Santo Cristo que preside esta procesión desde el año 1554. La Cofradía de La Sang custodió la talla que fue portada tendida y sin procesión hasta la iglesia de la de la Anunciación.
jueves, 21 de abril de 2011
Artículo "Ultima Hora" 21 Abril 2011
El Davallament de la Sang llenó de feligreses la iglesia de la Anunciació, ubicada en el recinto del Hospital General de Palma, una de las ceremonias más emotivas de la Semana Santa mallorquina por el gran número de personas que veneran la santa imagen.
Cerca de un millar de personas acudieron ayer a la iglesia de la Anunciació para participar en la misa, el Vía Crucis y el posterior Davallament. Una ceremonia que, año tras año, provoca que muchos feligreses hagan cola para poder contemplar de cerca al Sant Crist.
El Vía Crucis se inició pasadas las diez de la mañana y se prolongó hasta después de las once, cuando los prohoms (encargados de custodiar la santa imagen) y los sobreposats (portadores del Sant Crist) procedieron a bajar la imagen del camarín.
Esta ceremonia se remonta a varios siglos atrás, cuando prohoms y sobreposats trabajaban en el antiguo Hospital General, donde cuidaban a los enfermos y, al mismo tiempo, se ocupaban de la custodia y el mantenimiento de la imagen de La Sang.
Una vez bajado del camarín, la imagen recorrió el pasillo central de la iglesia y fue colocada en el primer escalón frente al presbiterio, ante el altar mayor. La imagen pudo ser venerada por todas las personas que habían acudido al templo.
martes, 19 de abril de 2011
Artículo "Diario Mallorca" 20 Abril 2011
Más cofrades se unen a la Dolorosa
Siete nuevos penitentes y damas se incorporaron a la Real Cofradía, que ayer salió en procesión desde Sant Nicolau, acompañada por más de una veintena de agrupaciones - Dos pasos desfilaron junto a la imagen de la Virgen en el recorrido
SILVIA VELERT. PALMA La Real Cofradía de la Virgen Dolorosa incorporó ayer a siete nuevos penitentes y damas, que recibieron sus vestas y la bendición durante la misa que se celebró antes del comienzo de la procesión dedicada a esta imagen. De esta manera esta agrupación está formada por 150 cofrades, que quisieron estar ayer junto al paso de la Dolorosa, obra de Guillem Galmés. Su presidente, Gaspar Buades, recordaba ayer el carácter destacado de este conjunto escultórico.
El paso de la Virgen salió de la iglesia de Sant Nicolau sobre las nueve de la noche y fue recibida con el himno nacional. Durante el recorrido estuvo acompañada por dos pasos: el Santísimo Cristo de las Siete Palabras y Jesús Humillado, junto a más de una veintena de cofradías. La noche del martes santo se presentó más fría que la del lunes pero eso no impidió que el público se congregase a la salida del templo y estuviese más dispersado en el resto de calles del recorrido, que transcurrió por la plaza de la Reina, Joan Carles I, Jaume III hasta llegar a la iglesia de la Anunciación, en la plaza del Hospital.
La agrupación que encabezaba la procesión era la de la Virgen de la Esperanza, precedida de los Tamborers de Sala. Le siguieron la de Santa Mónica, Jesús del Buen Perdón y la Obra Redentora de Nuestra Señora de la Merced. La Real Cofradía de Penitentes de Santiago portaba el paso del Santísimo Cristo de las Siete Palabras y a continuación desfilaron diecisiete cofradías más, algunas con sus bandas de música, cornetas y tambores. En la procesión participaron varios legionarios. La Cofradía de la Cruz de Calatrava, fue la penúltima en desfilar con su paso de Jesús Humillado, seguido de la Dolorosa, que cerró la procesión.